lunes, 23 de mayo de 2011

Macri y su definición de "ciudadanía"

En este blog hablamos de la distribución desigual de la ciudadanía y de los derechos/obligaciones que esta implica, como se explica en la presentación.
Si bien la condición de ciudadanía siempre es desigual, hay modelos y gobiernos que reconocen esta desigualdad pero trabajan en pos de reducirla, y otros que legitiman esta desigualdad de manera tan burda que no caben dudas respecto del tipo de ciudadanía que promueven.
Hay gobiernos que necesitan reconocer la desigualdad para intervenir en ella, con la idea de promover la justicia social, porque no hay forma de trabajar para reducir la desigualdad si primero no se la reconoce. Y entonces, si el modelo de Estado apunta a garantizar los derechos ciudadanos de manera cada vez más justa, se decide cómo y sobre qué cuestiones operar, diseñando e implementando políticas públicas en ese sentido.
Ahora, también hay gobiernos que reconocen la desigualdad, pero para legitimarla.
Está claro que desde su gobierno en el Ciudad de Buenos Aires tanto Macri como sus funcionarios hacen gala de una definición de desigualdad que establece distintos derechos de ciudadanía.
Hemos escuchado, por ejemplo, sus caracterizaciones de las poblaciones inmigrantes “descontroladas” que vienen a “ocupar terrenos”. También es tristemente recordada la declaración sobre la utilización que hacen los bonaerenses de los hospitales y las escuelas de la ciudad (organismos públicos, por cierto) transportando con ellos la “inseguridad”.
A estas alturas, ya no debe ser necesario aclarar porqué Macri necesita reconocer la desigualdad: porque la desigualdad (social, económica, étnica, etc.) justifica y legitima, a su entender, discriminar en el acceso a derechos ciudadanos. Dicho en otras palabras, su lema de campaña "Vos sos bienvenido" no aplica si sos pobre, cabecita negra, niño, joven o habitante de otra porción del suelo argentino o sudamericano que no sea la Ciudad de Buenos Aires. La definición de "ciudadano" que maneja Macri deja a todos estos sujetos por fuera de los derechos (que por suerte están consagrados en la Constitución, aunque Macri parece que nunca la ha leido…) 
Evidentemente la diversidad "Mauricio" la reserva sólo para los colores de sus afiches de campaña. La diversidad social y económica, en sus propias palabras, conspira contra el ejercicio de los derechos ciudadanos. 
Para quienes creemos en la justicia social, los derechos son de todos. Y la obligación de cada ciudadano, y más aún de quienes ejercen funciones públicas, es generar políticas que distribuyan cada vez mejor esos derechos, hasta que la desigualdad vaya desapareciendo. Y en eso trabajamos todos los días, desde el lugar que nos toque.